Así se ve

O'HigginsFC

El equipo celeste tuvo su primer apretón este martes ante Ñublense en Chillán. Aquí el primer diagnóstico del modelo de Ivo Basay. Opinión de Waldo Correa.

Sin duda en este análisis se puede caer en la tentación de emitir juicios muy definitivos a algo que a claras luces surge como sólo un ensayo, una prueba para un diseño que aún requiere varios ajustes. Pero de algo podríamos ser capaces de arriesgarnos a comentar, so riesgo de una decepción futura, este equipo promete.
Este martes en Chillán, Ivo Basay fue capaz de esbozar parte de su repertorio y su intención para el modelo 2011, un estreno que por cierto, estuvo marcado por las flaquezas y liviandad del cuadro local, pero que permite adelantar algunas lecturas.
La apuesta del 'Hueso'apunta a la conformación de un colectivo sincronizado, de movimientos 'muy europeos' y que superpone al equipo por sobre las individualidades. Probablemente porque hasta el momento no asoma un gran referente en el ataque.
Partamos desde el fondo. El partido para Luis Marín fue en extremo tranquilo, la imprecisión del ataque local no exigió en demasía al arquero de la selección. Pero es cierto que el meta transmite presencia, dominio del arco y transmite seguridad. En la única pelota que fue exigido, envió con acierto al tiro de esquina.
El fondo jugó con cuatro hombres en línea, con poco paso de los laterales en ataque, situación que puede disminuir el brillo de Yerson Opazo, por ejemplo. Pero con ello, el equipo gana en solidez. En muy pocas oportunidades, Ñublense pudo entrar mano a mano con Marín, algo que habla bien del funcionamiento defensivo.
Un párrafo para el paraguayo Carlos Báez, altura, juego aéreo y ubicación. Y para mejor, dúctil y nada de torpe con la pelota. Al contrario, despejó con elegancia en un par de ocasiones.
Pero los efectos del paraguayo influenciaron positivamente en Diego Olate. Muy preciso, sin complicaciones y con mucha eficiencia. Una recuperación muy positiva para el equipo.
En el medio, Iván Vásquez muy acomodado al rol. Recuperación y pelota al vacío y cuando puede, va para adelante y remata al arco. Este modelo le permite siempre mirar hacia adelante y convertirse en distribuidor.
Juan Luis González como volante de corte, cumple. Saca partido a su fiereza. La pregunta es si ésta será su posición en la cancha.
Pablo González, al parecer, será número fijo en la cancha. Mientras tuvo resto físico, fue el abrelatas por la derecha. Por momentos fue un verdadero puntero derecho y se convertirá en el receptor de todas las decargas que hagan los volantes de contención.
Sobre Gonzalo Ludueña asoman las dudas sobre el lugar que ocupará en la cancha. Será efectivamente el hombre tras los puntas o se acomodará sobre una de las bandas. En cualquiera de ellas, pareciera que su influencia será más importante que la exhibida en 2010.
La presencia de Juan Gonzalo Lorca en la ofensiva será decisiva, aunque es el encargado de concretar todo lo que el equipo genere. De su precisión dependerá la efectividad del equipo en el arco rival. Dura tarea.
Sobre Guillermo Suárez podemos decir que es un típico delantero por fuera. Rápido, hábil y encarador. Tiene algunas similitudes con Rodolfo Moya, aunque pareciera que su mejor provecho se le sacará jugando por la derecha, donde claramente se superpone con el 'Mota' González.
Más allá de las sustituciones, que variaron esta línea de juego, es importante agregar un par de visiones sobre la presentación del martes.
En primer lugar la intención ofensiva. El equipo no pierde tiempo en el tramado lento en mediocampo. Al contrario del equipo que inició el 2010, este cuadro entiende al mediocampo sólo como una zona de tránsito y no agota su esfuerzo en circular en demasía.
El segundo principio que mostró en el sur su su permanente búsqueda de generar el ataque sobre las bandas. González y Suárez son los iniciadores de este trayecto y el juego se carga por una banda, para terminar conectando por la otra.
Buen apronte, aunque falta lo más importante. Concretar.